Desde aquel día que la memoria atesora, la vocación se hizo más fuerte en cada lugar en que tu mirada, tus manos y tus palabras llevaron alivio, comprensión, sanación, esperanza; y en guardias, quirófanos, consultorios o ambulancias entregaste todo tu saber y toda tu pasión buscando el bienestar del paciente.
A cincuenta años de tu graduación, la Asociación Médica de Rosario celebra con vos, te reconoce como maestra y maestro de las jóvenes generaciones; y -como ayer, como hoy, como siempre- renueva su compromiso en la defensa de tus derechos y de la salud de la población.